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El fotógrafo cómplice de las ‘tops’ destapa sus polaroids.
Por: Carmen Rosa Fotos: Sante D’Orazio
Kate Moss en bicicleta. D’Orazio reparte sensualidad en todos los formatos.
Cindy Crawford posando sobre una roca.
Christy Turlington, totalmente entregada sobre una sábana.
Claudia Schiffer, jugando con su escote.
Fue uno de los chicos guapos que rodeaban a Andy Warhol en el Nueva York de los ochenta, publicó un libro dedicado íntegramente a Pamela Anderson y otro en el que disfrazó a sus amigos artistas de sacerdotes cristianos. También editó un vídeo con escenas de películas porno en las que rayó las caras de los protagonistas porque, dijo, “en la sociedad actual, el porno es el nuevo pop”. Para Sante D’Orazio la provocación es un factor inherente al estatus de artista y lleva practicándola desde hace más de 30 años, cuando, por casualidad y por culpa del que fue su mentor, Lou Bernstein, decidió aparcar los pinceles para agarrar una cámara. De familia de artistas, era el chico que se quedaba garabateando el cuaderno en el recreo. Nada demasiado extraño si no hubiera ocurrido en el Brooklyn de los sesenta. “Era el raro. Pintaba mientras el resto se dedicaba a robar coches”, bromea desde su estudio neoyorquino. Después llegaron los encargos y las supermodelos, a las que conoció siendo casi niñas.
“La más bella de todas las modelos para mí es Christy Turlington; la más sexy, Stephanie Seymor y la más versátil, Kate Moss”
“Yo era veinteañero y Naomi, Christy, Kate… tendrían 16 o 17 años. Seguimos siendo buenos amigos porque saben que pueden confiar en mí. Yo creo un vínculo con mis retratados. Perciben que lo que hago es importante para mí, es arte, y que los respeto, por eso quieren repetir”. Ahora, D’Orazio comparte con el mundo las Polaroids de aquellas –ya históricas– sesiones con un libro que edita Schirmer/Mosel. “Es un formato único, como cuadros en miniatura, muy íntimos”. Pese a la excepcionalidad de retratos y retratadas, D’Orazio rechaza la etiqueta de “generación irrepetible”. “En este mismo momento hay chicas ahí fuera convirtiéndose en iconos, lo que pasa es que reconocerlas lleva tiempo. En 15 años el mundo las descubrirá”. Y ahí estará D’Orazio, listo para disparar.
*FOTOS: © 2015 BY SANTE D’ORAZIO / CORTESÍA DE SCHIRMER/MOSEL.
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