El emperador del diseño, Giorgio Armani, consigue que sus nuevas colecciones de moda y casa dialoguen. Es la unión de la elegancia líquida con el arte contemporáneo y hasta con una amplia paleta de azules. Por Andrés Rubín de Celis
El estoico Marco Aurelio valoraba en sus Meditaciones el tiempo que “ahorra quien no se da la vuelta para ver lo que su vecino dice, hace o piensa”. Y Giorgio Armani comparte con el Antonino, aparte de la soberana cualidad de emperador, la determinación de no seguir más que su senda. “Tengo mi propia visión e ideas y no temo ir a contracorriente”, dice, aunque en realidad haya abierto siempre camino, por delante de los demás. Como cuando en 2003 decidiera crear su división home, Armani/Casa, que no solo presenta colecciones de exclusivos muebles y objetos, sino que ofrece también un servicio integral de interiorismo que acompaña al cliente en todo el proceso creativo, desde la fase conceptual hasta la supervisión de la ejecución del mismo proyecto. Por entonces solo Missoni se había aventurado en el lifestyle; hoy no hay gran marca sin su línea deco. “El hecho de que nuestro hogar sea el lugar más íntimo de nuestras vidas y el espacio donde con mayor sinceridad expresamos nuestra personalidad es algo que me fascina”, razona el diseñador total, que no concibe distinguir entre disciplinas y apuestas, invariablemente por una elegancia atemporal y líquida, creada ignorando zeitgeist y tendencias. “Cada vez la presión para cambiar drásticamente se hace más fuerte; también mi esfuerzo por mantener la autenticidad”.
Fashion&Arts: ¿Es la casa un lienzo más perfecto que el cuerpo para dibujar quiénes queremos ser? O, en otras palabras, ¿ofrece el diseño de interiores más dimensiones que la moda?
Giorgio Armani: Vestir y decorar son, de algún modo, actividades similares, pero con una diferencia fundamental. La moda cambia cada día y por definición; eligiendo qué vestir, podemos expresarnos de una forma diferente. La decoración, por otro lado, se mantiene durante mucho más tiempo. Con Armani/Casa, una extensión natural de mi trabajo, puedo expresar mi estilo y visión estética a través del diseño de interiores. No haría ninguna distinción entre su valor: la moda y el diseño son ambas bellas expresiones del alma del ser humano. Me emocionan las dos.
F&A: Ha sintetizado el mundo oriental, el Art Déco y el arte contemporáneo en una estética inmediatamente reconocible. ¿Es ese el objetivo inconfesable de todo diseñador, ser reconocido?
Giorgio Armani: Mi ambición es tener una firma que sea coherente con mi forma de pensar y mi gusto, y capaz de evolucionar con el tiempo. La he encontrado a través de mi búsqueda hacia una sencillez sofisticada, que aporta la observación de mundos exóticos y mi amor por el Art Déco. Es un estilo complejo e intuitivo al mismo tiempo, que el público instantáneamente identifica como mío, y esto es algo que verdaderamente me halaga.
F&A: Ha dicho en más de una ocasión que el 80% de su éxito descansa en su disciplina. ¿Es la capacidad de sacrificio la clave para todo creador?
Giorgio Armani: El compromiso es una de las claves del éxito en cualquier ámbito. Por encima del trabajo duro, añadiría también ser consistente y determinante para definir tu visión. Esto no significa abandonar la creatividad, sino encontrar la mejor forma de hacerla realidad y expresarla.
Detrás de las nuevas colecciones de Giorgio Armani puede rastrearse un viaje creativo marcadamente pictórico.
F&A: Siempre se ha caracterizado por ir contra corriente. ¿Cómo hace para ir ‘contra el tiempo’?
Giorgio Armani: Soy curioso: me gusta observar el mundo y a la gente. Es una forma de nutrirse que ni puedo ni quiero dejar a un lado. No quiero que los tiempos me dicten; yo siempre los he interpretado a mi manera.
F&A: Su trabajo, no importa la disciplina, redefine la palabra ‘elegancia’’, demasiado usada y, quizá, carente de significado hoy en día . ¿Qué le sugiere esta palabra a usted?
Giorgio Armani: Para mí, la elegancia es un término tan bonito como olvidado. Lo veo como tener un equilibrio, tener la capacidad de dejar huella sobre quién eres y qué haces, tener amabilidad y gracia.
F&A: “Evitar el exceso es mi única regla’’. Una filosofía completa en una única frase…
Giorgio Armani: Absolutamente. Creo que la tranquilidad y la armonía son mucho más fuertes que algo llamativo y ostentoso. Evitar el exceso sin caer en el aburrimiento requiere mucha experiencia: la habilidad de saber siempre dónde está el límite.
F&A: Su incesante combate contra la vulgaridad, el elogio a la belleza sin estridencia… ¿Qué legado le gustaría dejar como diseñador? ¿Y como hombre?
Giorgio Armani: Pues mi búsqueda por la armonía y el equilibrio. Por encima de todo, la idea de que esta armonía es un logro que debe trabajarse todos los días; no es algo que pueda adquirirse de una sola vez. Es un ejercicio beneficioso, porque siempre te empuja a hacer lo mejor posible, a crecer, tanto en el trabajo como en la vida cotidiana.
Las entrevistas virtuales son un poco como esos partidos de trámite a lo largo de un campeonato deportivo. Ahora, cuando el entrevistado es Giorgio Armani, uno se repite cual mantra aquella frase de Austen, que no puede ser más acertada: “No hay distancias cuando se tiene un motivo”.
Artículo anterior
Artículo siguiente