Un adelanto de la moda que se avecina. Hemos elegido estos looks de FW 2019, porque creemos que marcaran el ritmo de las calles. Por Raquel Fernández Sobrín Fotos: Outumuro Estilismo: Enrique Campos
No hay versión más actual del moderno Prometeo que la propuesta de la signora Prada que, a golpe de referencia militar, da con la versión práctica del eterno romance entre el mundo de la moda y el icono Frankenstein. Vestido y botas de piel de Prada.
El día y la noche se confunden y los cócteles se alargan hasta el amanecer si las invitaciones llevan el sello de Armani. El dress code exige rojo y negro pero anima a liberarse a la hora de mezclar texturas. Las modelos llevan total looks de Emporio Armani.
Sus maletas llevan 165 años viajando, pero pocos imaginaban que la maison francesa llegaría a manejarse tan a sus anchas en el espacio y en el tiempo de la mano de Nicolas Ghesquière. En esta ocasión, se inspira en las tribus urbanas de los ochenta que se reunían en torno al Centro Pompidou e imagina un futuro optimista. La modelo lleva vestido estampado y sombrero y pendiente de piel de Louis Vuitton.
En algún lugar entre los sesenta y los noventa y envuelta en punto de seda, pliegues y plisados transcurre la noche de la diseñadora italiana. Su mujer se desenvuelve con la misma seguridad que el trazo de la mano que dibuja (o rompe y rasga) su escote. Sobre estas líneas, vestidos de fiesta de Elisabetta Franchi.
Inspirada en la artista italiana Tomaso Binga, que a modo de protesta firmó su obra con nombre masculino en los setenta, y en el uniforme y la actitud de las teddy girls británicas de los cincuenta, Maria Grazia Chiuri propone una hermandad femenina global que viste de tartán y presume de camiseta con eslogan. Las modelos lucen la colección de otoño de Dior.
Aunque era la primera vez que se enfrentaba al desafío de dibujar una colección de ready-to-wear sobre una hoja en blanco, Paul Andrew ha demostrado que pisa igual de fuerte que con sus zapatos. Parte del secreto de su éxito ha sido partir del suelo firme que supone una de las creaciones más legendarias de Ferragamo, una sandalia de plataforma de 1942 que inspiró el uso del color, casi caleidoscópico, de su propuesta. Sobre estas líneas, dos total looks de Salvatore Ferragamo.
La mejor cara del tweed, del matelassé y del logo más conocido de la industria de la moda está en la última colección de Karl Lagerfeld para Chanel. Una sucesión de iconos que hizo las veces de broche de oro a una carrera que, de extraordinaria, es irrepetible. Traje de chaqueta y accesorios de Chanel.
Alessandro Michele continúa repasando la historia en clave excéntrica y desordenada, dando la misma importancia a las sombras y a las luces. Al romano no solo no le da miedo enfrentarse a la idea de que todo tiene dos caras, sino que se la lleva a su terreno revelando el lado oscuro de la silueta más inocente combinándola con el brillo del vinilo. Vestido y medias de encaje de Gucci.
Puede que el estilo sport sea un producto exportado de Estados Unidos, pero la última colección de Tod’s demuestra que la manera más inteligente de ponerlo en práctica hoy es a la italiana. La lana y los tejidos técnicos se incorporan a la oferta de la piel que dio fama a la casa para completar una propuesta que tiene más de atemporal que de clásica. Sobre estas líneas, dos looks de la colección de Tod’s.
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